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Acciones – ¿Cuál es la diferencia entre batir, mezclar e incorporar?

Muchas veces leemos una receta y encontramos distintos términos como “batir”, “mezclar” o “incorporar” y tendemos a interpretarlos como sinónimos, pero ello no es correcto. Cada acción en la cocina tiene un significado diferente y a continuación te los voy a explicar:

  • Batir: es cuando revolvemos con movimientos enérgicos. Esta acción puede realizarse tanto “a mano” (esta expresión refiere a no usar una máquina sino una cuchara, espátula o batidor) como con una batidora eléctrica.

    • Batir enérgicamente: se necesita mucha más vigorosidad al hacerlo a mano o una batidora eléctrica a la máxima potencia. Con su empleo se busca integrar aire a la mezcla. Se utiliza comúnmente en merengues.

    • Batir ligeramente: es un movimiento más tranquilo que el simple “batir” pero aún más enérgico que “mezclar”. Se usa para aligerar un ingrediente o para integrar ingredientes de consistencia similar (generalmente líquidos). Es la acción que usamos para romper el ligue de los huevos.

  • Mezclar: también conocido como “revolver”, su fin es homogeneizar la preparación. Puede hacerse a mano o con batidora eléctrica, aunque esta última deberá estar a velocidad baja. Es la acción más común.

  • Incorporar: se utiliza este término cuando se busca unir dos preparaciones de densidades diferentes. Por lo general se añade el ingrediente más ligero al más denso, aunque puede darse al revés. Es necesario crear movimientos envolventes que lleguen hasta el fondo del recipiente y debe trabajarse con firmeza y lentitud para evitar que se pierda el aire del ingrediente más ligero. Su ejemplo más común es cuando añadimos el harina a las claras ya batidas para hacer bizcochuelos.

Ahora que ya conocemos las acciones básicas de la cocina veamos qué utensilio es mejor para llevar a cabo cada una:

  • Batir a mano: lo mejor para esto es utilizar un medio que rompa fácilmente los ligues, deshaga los grumos y una los ingredientes sin muchas complicaciones. Para ello recomiendo el uso de un tenedor, un instrumento simple que todos tenemos en casa, o un batidor de alambre. No recomiendo utilizar batidor de silicona, espátula ni cuchara ya que no sirven para los fines antes mencionados.

  • Batidora eléctrica de mano: funcionan muy bien para preparaciones livianas como levantar claras o crema. No es recomendable para masas duras o secas como las de galletas o las que llevan levadura.

  • Batidora de pie: es la más amplia en el rango de acciones y preparaciones que se pueden lograr. Son costosas y grandes, por lo que necesitás lugar en la mesada o dónde guardarla pero es una gran opción, sobre todo para hacer varias cosas a la vez. Algunas vienen con accesorios variados para poder hacer distintos tipos de preparaciones, entre ellos:

    • Gancho para amasar: se usa en las masas más duras, aquellas que llevan levadura como panes.

    • Batidor simple: se utiliza en preparaciones livianas como budines, sirve para mezclar.

    • Batidor globo: su uso es para dar aire a los ingredientes, generalmente para levantar huevos o crema.

    • Pala: se utiliza para masas cremosas como bizcochos o muffins o para masas densas sin levadura, como galletas.

  • Procesadora de alimentos: sirve para las masas de tartas o para picar frutas y verduras. Se debe utilizar la función de pulsación, de otro modo la fricción de las cuchillas puede ser contraproducente para el producto.

  • Mixer: sirve para hacer dips, salsas, sopas crema, entre tantas otras cosas.

  • Mezclar a mano: para realizar esta acción podemos usar una cuchara o batidor de silicona además del tenedor o el batidor de alambre.

  • Incorporar: puede hacerse utilizando una cuchara o una espátula. No es recomendable utilizar batidores, a menos que la receta lo permita.



Y eso es todo lo básico que debemos conocer para poder interpretar correctamente una receta. Si te gustó suscribite, pronto seguiré subiendo más sugerencias y también me ayudarías compartiendo en redes sociales: @espressolimon en Instagram, Facebook y Pinterest.

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Hola, soy Martina.

Tengo 22 años y estudio abogacía. La cocina es un hobby, una forma de divertirme, de desestresarme. Lo es desde que soy pequeña, y por eso siento que es momento de abrir este blog, porque hace mucho que formo parte de este mundo y hoy creo que es momento de compartir.

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