Ravioles.
Cuando era chica la actividad de los domingos era ir de mi bisabuela. En verano comíamos asado que hacía ella o alguno de mis tíos y nos quedábamos hasta la tarde, que era de pileta y pan dulce. En invierno comíamos los santos ravioles, los mejores que probé en mi vida y que tanto trabajo le daban a la pobre abuela (aunque a ella le gustaba hacer semejantes banquetes para toda la familia).
Mi bisabuela falleció en 2008, pero no hay reunión familiar en que no la recordemos (ni a mi bisabuelo, quien también merece ser mencionado), así que me puse en campaña para hacer los ravioles como los hacía ella. Mi abuela me mandó todo su equipo y ya empecé la producción. No me salen exactamente iguales, pero estoy llegando. Mientras, te comparto la receta para que los hagas vos también y me digas qué te parecen.
Ingredientes (para 4 personas):
Para la masa:
400 gr. de harina (yo usé integral).
4 huevos.
4 cdas. de aceite de oliva.
2 cditas. de sal.
C/n de agua.
Para el relleno:
3 plantas de acelga.
1 cebolla grande.
1 lata de paté o picadillo.
C/n de queso rallado.
1 huevo.
Sal y pimienta.
2 cditas. de nuez moscada.
Para la salsa:
3 tomates.
C/n de aceitunas.
2 dientes de ajo.
Hierbas frescas.
Sal y pimienta.
Para la masa: hacer una corona con el harina y la sal. Colocar dentro los huevos y el aceite e integrar lentamente. Amasar hasta formar un bollo liso. De ser necesario agregar agua tibia. Envolver en film, para evitar que se reseque.
Para el relleno: limpiar la acelga (sacarle los tallitos -que dicho sea de paso, se llaman pencas y sirven para muchas comidas así que las podés hervir y guardar-) y hervir con sal en poca agua, por unos 10 minutos. Dejar escurrir y reservar.
Picar la cebolla. Terminar de escurrir la acelga con las manos, para que pierda todo el agua que absorbió, y picar. En una sartén sudar la cebolla: para esto calentar la sartén con un poco de aceite, colocar la cebolla y bajar el fuego. Añadir un poco de sal (no estamos salando por completo el relleno, se pone solo un poco para que la cebolla suelte su jugo) y revolver continuamente hasta que esté transparente. Agregamos entonces la acelga y salteamos unos 2 o 3 minutos más. Retirar del fuego.
Agregar el queso rallado y el paté y mezclar bien hasta integrar. Condimentar con la sal, la pimienta y la nuez moscada. Por último, una vez que esté frío, agregar el huevo crudo. Mezclar y cubrir con papel film al tacto. Reservar en heladera.
Para el armado: cortar la masa en cuatro partes. Tomar una (las otras envolverlas en film otra vez) y estirarla. Cubrir con harina para evitar que se seque. Repetir con cada parte. Rellenar y reservar.
En un olla hervir agua con sal y cocinar los ravioles por 10 minutos aproximadamente.
Para la salsa: picar el ajo, las aceitunas y las hierbas. Pelar los tomates, quitarles las semillas y cortarlos en cubos pequeños. Calentar una sartén con aceite de oliva y saltear el ajo. Agregar el tomate y cocinar por 2 minutos. Sumar las aceitunas y saltear por 2 minutos más y terminar con las hierbas y un poco de sal y pimienta.
Tips:
Estirar la masa y armar los ravioles es todo un tema porque depende de los materiales que tengas. Para estirar la masa podés usar Pastalinda o palote. Yo usé la primera y, de acuerdo con su manual, la masa para pastas rellenas se estiran hasta el número 7. Mi técnica es pasarla por el n°1 varias veces, doblándola (siempre poniéndole un poco de harina para que no se pegue en los rodillos y se haga un enchastre) y después subir solamente en números impares hasta llegar al deseado, pasándola dos veces por cada uno. Debo admitir que nunca la estiré con palo de amasar pero si lo vas a hacer de esta forma te digo que debe quedar finita (recordá que todavía le falta el relleno y más masa por encima).
Ahora para armarlos, si tenés raviolera vamos bien. Te recomiendo recortar una tira del tamaño de la raviolera para no desperdiciar masa, rellenar con lo justo y cubrir con otro recorte. Yo usé un marcador así que tomé una tira de masa, la empasté con relleno, la cubrí, la marqué y la corté. Es otra forma de hacerlo. Si no tenés ninguno de estos elementos, no te preocupes, podés hacerlos con forma de sorrentinos de una manera muy fácil: tomás una tira de masa, cortás círculos (con lo que tengas a mano, un vaso o un cortante de galletas), rellenas uno y con otro cerrás y listo.
Toda la masa que se corta y no se usa se vuelve a bollar, estirar y rellenar hasta que queden bordes imposibles de usar o la masa quede ya muy dura por tantas vueltas y poco maleable.
Los bordes pueden humedecerse con un poco de agua para que se peguen mejor.
Si los querés hacer con tiempo podés freezarlos crudos sin drama (ojo, ponelos en bandejas con mucha harina y separadores para que no se pegue).
Acá te dejo una foto del marcador y la rueda heredados de la abuela.
¡Y listo! Espero que te haya gustado. Si fue así no olvides suscribirte y seguirme en redes @espressolimon en Instagram, Facebook y Pinterest, donde me ayudarías mucho dando me gusta, compartiendo, comentando y esas cosas. ¡Hasta la próxima!
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